jueves, 14 de diciembre de 2006

Ley sobre la recuperación de la memoria histórica

Siempre que veo un debate en el Congreso de los Diputados tengo, desgraciadamente, la impresión de haber perdido el tiempo. No porque los temas que allí se traten sean de poco calado, como el de hoy, sino por los argumentos que se barajan y por la calidad intelectual de nuestros políticos en general, especialmente los de la derecha.
Uno tiene que oír cosas como las del Sr. Atencia, afirmando que "la memoria colectiva es una cosa de nazis". No sabía yo que Maurice Halbwachs, quién acuñó este término, tuviera esa ideología. Me extraña un poco, pues "murió" en Buchenwald. Pero en fin, ...que un político suelte tal "parida" y los demás no se lo merienden dialécticamente y lo pongan en su sitio, significa, llana y sencillamente, que nuestras señorías, las pocas que estaban allí sentadas, no han leído mucho....ya sé, que para ser político no hay que ser intelectual....en fin, ni se me ocurre reivindicar el elitismo platónico. No soy Edurne Uriarte, ni intelectual, ni, por supuesto, político de profesión.

Después, la señora Teresa Fernández de la Vega. Contrapone la memoria individual a la colectiva...pero señora mía, lea algo más que novelas de Perez Reverte...la memoria individual se conforma por los recuerdos que el grupo comparte con nosotros...la memoria colectiva es presupuesto de la individual. Hoy en día, ni los liberales creen en los individuos aislados (sobre esto, por ejemplo, algo de Kymlica)...un poco de mito de la transición ("todos estuvimos a la altura de las circunstancias)...un poco de simbolismo, que en esta ocasión no está de más (retirada de la simbología franquista, respetando, eso sí, las competencia estatales y autonómicas) y algunas indemnizaciones....y ya tenemos una Ley. Todo necesario, pero una ruta de mínimos...


Hay un tema de calado iusfilosófico que es poco claro, es el de la nulidad de los sentencias de los juicios franquistas....
En puridad jurídica, me temo que no se puede pedir la nulidad de un acto jurídico si es inexistente. Por ejemplo, si el Parlamento Ruso legisla sobre el suelo español, esa ley no sería nula o anulable, sino sencillamente no existiría a nivel jurídico, porque el sujeto de la regla que confiere poderes no existe (los sujetos son sujetos sólo en cuanto tienen autoridad, autoridad que les viene dada por una serie de procesos que se establecen por normas que, a su vez, están dadas por autoridades que, a su vez, Aguiló, Atienza y Ruiz Manero...)...en fin que, en puridad, las sentencias de los órganos militares no serían nulas sino que nunca existieron...
Significa eso que el ordenamiento jurídico franquista no existió? Pues no, sí que existió....hubo un transfer en el derecho, se utilizaron muchas normas del ordenamiento jurídico anterior (véase, por ejemplo, el excelente trabajo de Mónica Lanero sobre la jurisdicción en el primer franquismo),
Así que si se afirma que las sentencias debes ser declaradas nulas, eso significa que, durante algún periodo de tiempo largo, fueron válidas (vigencia o validez formal)....y, por tanto desplegaron sus efectos...el derecho sólo vuelve el tiempo del revés de forma ficticia....las sentencias de los tribunales militares, de los procesos sumarísimos son inexistentes en un sentido jurídico estricto, pues sus sujetos sólo tenían autoridad por la coacción de la que se auto-invistieron....no se puede pensar que devinieron válidas por el apoyo social, lo que los historiadores han llamado, franquismo sociológico....dicho de otro modo, reconocer su nulidad es poner casi en igualdad de condiciones el régimen franquista con el democrático actual...estableciendo, eso sí, un criterio de derogación (ley posterior deroga ley anterior)---Esta solución no me gusta. Es concederle relevancia jurídica a una banda de ladrones (siguiendo el ejemplo de Kelsen).

Dos temas distintos e importantes:
1.- Pueden tener las leyes un valor simbólico?
2.- Pueden ir las leyes más allá de la validez al terreno de la justicia?

Creo que las dos preguntas deben ser respondidas afirmativamente. Todas las leyes tienen un valor simbólico. Ésta en concreto también tendrá efectos económicos. Las leyes no sólo deben ser válidas sino justas, y esto cuando hoy por hoy, el término justicia ha sido desvinculado de la metafísica y acercado a teorías como los de la verdad consensual. En este sentido, creo que sería interesante, y pesar de la puridad de los argumentos teórico-jurídicos, establecer la nulidad por ley de todas las sentencias judiciales, actos administrativos o cualesquiera otras disposiciones que hubieran atentado contra los derechos humanos en la época franquista. Así de sencillo. Por un mero concepto de justicia consensual; saltando a conciencia por encima de conceptos tales como validez, eficacia, vigencia, etc...En este sentido, creo que el proyecto de ley es deficiente, pues no toma en serio el concepto, por cierto constitucional, de "dignidad de la persona"....